Ejercicios Ignacianos para hombres
Los Ejercicios Espirituales de San Ignacio son el fruto de la experiencia mística del Santo de Loyola fundador de los jesuitas. Todo comenzó durante su convalecencia de un año tras ser herido en la pierna durante el sitio de Pamplona. Cuando ya no tuvo libros de caballería para leer, llegó a sus manos el flos sanctorum, una recopilación de vidas de santos. Leyendo las hazañas de los santos se encendía mucho más el fuego de su espíritu que con las historias de caballeros.
Es tras esta experiencia que se decide a imitar en todo a los más grandes santos. Se decía a él mismo: «si Santo Domingo o San Francisco pudieron, ¿por qué no podría yo hacer lo mismo?». Una vez recuperado se dirige en peregrinación al santuario de Montserrat y comienza a llevar vida eremítica en Manresa. Durante este tiempo de oración y penitencia es que compone el primer borrador de los Ejercicios Espirituales. Los concibe como algo análogo al entrenamiento militar que conocía tan bien: así como un caballero hace ejercicios militares para estar fuerte y preparado para el combate, de la misma manera puede ejercitarse el espíritu para quitarse todo lo que lo detiene en la búsqueda de la santidad.
Por eso decía el mismo Santo unos años después: los Ejercicios Espirituales son “son todo lo mejor que yo en esta vida puedo pensar, sentir y entender, así para el hombre poderse aprovechar a sí mismo como para poder fructificar, ayudar y aprovechar a otros muchos.” Desde aquellos días hasta hoy los Ejercicios han sido la base para la santidad de muchas personas, tanto que podemos preguntarnos igual que San Ignacio: Si tantos santos pudieron, ¿por qué no podría también yo?
Inscripciones abiertas
Te puedes inscribir comunicándote con el P. Martín:
609 470 689 - infopilar@ivemail.org o bien pinchando el siguiente botón y completando el formulario:
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