Virtus Nº18 – La Maduración de la personalidad
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Autor: Miguel Ángel Fuentes
Páginas: 53
Estas páginas tienen el humilde cometido de ofrecer la oportunidad de que cada uno pueda identificar los baches más importantes de su personalidad y conozca lo substancial del trabajo que tendría que realizar para corregirlos. Nuestros defectos pueden ser más o menos serios; algunos quizá no tengan consecuencias demasiado significativas, pero otros pueden ser responsables del estancamiento espiritual e incluso de la deformación del carácter y la raíz de nuestros vicios y esclavitudes. En tal caso se vuelve imperativo corregirlos. Por otra parte, el empeño en desarrollar nuestras capacidades, que son los dones que Dios ha sembrado en cada persona, es absolutamente necesario para cumplir el plan de Dios sobre cada uno. No vaya a ser que al final de nuestra vida nos hagamos merecedores de las reprimendas del siervo que dejó infructíferos los talentos recibidos en encargo:
“[El reino de los cielos] puede compararse a un hombre que, al ausentarse, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó. Enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco. Igualmente, el que había recibido dos ganó otros dos. En cambio, el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con ellos. Llegándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: «Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado». Su señor le dijo: «¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor». Llegándose también el de los dos talentos dijo: «Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he ganado». Su señor le dijo: «¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor». Llegándose también el que había recibido un talento dijo: «Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo». Mas su señor le respondió: «Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí; debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses. Quitadle, por tanto, el talento y dádselo al que tiene los diez talentos. Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y al siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el lanto y el rechinar de dientes»” (Mt. 25,14-30).
Descripción
Índice – Virtus Nº18 – La Maduración de la personalidad
- Presentación
- Maduración intelectual
- Maduración de la propia imagen
- Maduración de la relación con los demás
- Maduración de la esferea afectiva y sexual
- Maduracion de la dimensión volitiva
- Maduración del sentido moral
- Maduración de la dimensión religiosa
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