Virtus Nº20 – La Acedia
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Autor: Miguel Ángel Fuentes
Páginas: 76
La palabra griega ἀκηδίας (akêdías), aparece tres veces en la versión griega del Antiguo Testamento –los LXX– (Sal 118,28; Sir 29,5; Is 61,3). La Vulgata la traduce por taedium (tedio) y maeror (tristeza profunda). No aparece en la versión griega del Nuevo Testamento.
La encontramos entre varios autores paganos como Empédocles, Hipócrates, Luciano y Cicerón. El término griego, con el sentido de tedio, tristeza y pereza espiritual, se latinizó como acedia, acidia o accidia. Los Santos Padres y los autores eclesiásticos le otorgaron gran importancia en la lucha espiritual. Fue estudiada por Juan Casiano, San Juan Clímaco, San Juan Damasceno, Isidoro de Sevilla, Alcuino… y numerosos escritores orientales y occidentales de todos los siglos cristianos. Casiano la define como: “taedium et anxietas cordis, quae infestat anachoretas et vagos in solitudine monachos” (tedio y ansiedad del corazón que afecta a los anacoretas y a los monjes que vagan en el desierto). Los Padres del desierto la llamaron “terrible demonio del mediodía, torpor, modorra y aburrimiento”.
Guigues el Cartujo describió su insidia diciendo: “Cuando estás solo en tu celda, a menudo eres atrapado por una suerte de inercia, de flojedad de espíritu, de fastidio del corazón, y entonces sientes en ti un disgusto pesado: llevas la carga de ti mismo; aquellas gracias interiores de las que habitualmente usabas gozosamente, no tienen ya para ti ninguna suavidad; la dulzura que ayer y antes de ayer sentías en ti, se ha cambiado ya en grande amargura”
Descripción
Índice – Virtus Nº19 – Pornografía y Pornopatía
- Acedia pasional y acedia espiritual
- Tedio y ansiedad de corazón
- “L’accidïoso fummo”. Fenomenología acidiosa
- Psicología de la acedia
- El objeto de la acedia
- Causas de la acedia
- La acedia como pecado y como tentación
- Los acidiosos
- La acedia, madre prolífica
- Las hijas de la acedia
- Los remedios contra la acedia
- Redondeando
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