Virtus Nº6 – La Madurez afectiva y sexual de Jesús de Nazaret
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Autor: Miguel Ángel Fuentes
Páginas: 50
No es infrecuente escuchar a algunos profesionales diagnosticar a sus pacientes «inmadurez afectiva» o «incompleta integración de la sexualidad», lo que significa que las facultades superiores (inteligencia y voluntad) no han logrado aún enseñorear cumplidamente el mundo inferior de las emociones e instintos. Como cabe suponer, los interesados suelen preguntar cómo colmar esa laguna.
En tales casos, el trabajo pasa (si bien con métodos diversos) por el conocimiento, adquisición, desarrollo y puesta a punto de la constelación de hábitos virtuosos que se articulan en torno a la templanza (a saber, sus elementos integrales: vergüenza/pudor y honestidad; sus especies propiamente dichas: dominio sobre el apetito del placer alimentario y de los placeres genésicos; y otros hábitos relacionados: continencia, mansedumbre, clemencia, humildad, modestia, etc.), además de un serio ejercicio de la virtud de la prudencia (perfección cognoscitiva) sin la que no es posible ninguna verdadera virtud.
Pero esto no basta. También hace falta un punto de referencia, porque en la educación de las virtudes la vía de la ejemplaridad y de la imitación es esencial. Es necesario saber cómo es una persona que goza de perfecta madurez en las dimensiones arriba mencionadas, para poder contemplarla e inspirarse en su arquetipo. El trabajo psicológico y moral es en gran medida un proceso de imitación, como el que realizan los niños observando a sus padres (para bien o para mal).
La madurez afectiva no se logra si no se recibe cierta inspiración de un paradigma atractivo, firme y seguro en el cual se aprecie lo que el discípulo quiere materializar en sí mismo. Respecto de la perfección afectiva y sexual, Jesús, el divino maestro, es el modelo insuperable. Él «manifiesta plenamente el hombre al propio hombre» y «le descubre la verdad sobre el hombre»
Descripción
Índice – Virtus Nº6 – La Madurez afectiva y sexual de Jesús de Nazaret
- Conocimiento y aceptación de sí mismo como varón
- Conciencia y aceptación de su propia masculinidad
- Conciencia y aceptación de la propia afectividad en su modo de ser viril
- El modo varonil de vivir de Jesús
- La espiritualidad viril de Jesús
- El reconocimiento y la aceptación de la mujer por parte de Jesús
- Jesús y su conocimiento de la sexualidad en los planes del Creador
- El equilibrio psicológico de Jesús y su templanza
- Jesús y el amor oblativo de amistad
- Resumiendo
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